Al negociar se definen y comparten oportunidades, más que resolver diferencias o conflictos. Se negocia por principios, según sus méritos, siendo firme para los argumentos y suave para las personas, sabiendo que la discusión sobre posiciones es ineficiente y pone en riesgo la relación y conviene separar a las personas de los problemas, concentrándose en intereses, inventando nuevas opciones de mutuo beneficio y usando criterios objetivos.
Se puede esperar una disminución inmediata del costo de un 3% -por recuperación de pérdidas a la alcantarilla- y un ahorro de un 20% con un plan para aumentar la productividad y sostener una relación moderna y colaborativa.